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viernes, 20 de marzo de 2015

psiquiatras,manchas y naves espaciales.

Me agrada Woody Allen y sus dilemas existenciales, su introversión, su búsqueda eterna de respuestas, sus divertidos diálogos acerca de psiquiatras. El hace mucho hincapié En su función de “imprescindible”….nada hace sin consultarlos. Ellos aparentemente tienen la llave maestra para hacer funcionar de modo correcto su escuálida forma de vida. Yo, personalmente, nunca les daría el poder de decidir por mí, qué es lo mejor que puedo hacer en una determinada disyuntiva. A fin de cuentas solo es otro ser humano el que está al frente, con sus vilezas y sus dones, no son superhéroes ni consejeros infalibles. Tiempo atrás, a resultas de un porfiado periodo de depresión consulté con uno de estos personajillos, dudé un poco por el elevado monto de su consulta, pero al final llegué a su consulta, ambientada con música ambiental clásica, me gusta la música clásica, pero me dio un poco de miedo, además la luz indirecta le daba un aspecto tétrico al lugar. Ya frente al susodicho, que me observó de pies a cabeza, por encima de sus lentes a media nariz, con una actitud de menosprecio ante el miserable paciente que osaba quitarle minutos a su misión humanitaria en pos de la sanidad mental, comenzó el interrogatorio del porqué mi presencia en ese recinto. Me expliqué lo mejor que pude, frente a su mirada inquisidora, no encontraba qué hacer con mis manos, si mirarlo a la cara o no, trataba de poner mi mejor cara de póker porque de verdad me sentía escaneado y humillado. El examen consistió en mirar unas manchas de tinta en una hoja blanca y como yo soy medio artista suelo ver imágenes de cualquier modo…..vi muchas formas y figuras…después me dijo que las personas sanas no suelen ver nada….porka miseria¡¡estoy pal gato. Luego me hizo el ejercicio de imaginarme en una nave espacial con mi familia y amigos más cercanos, la nave queda sin combustible y con el oxígeno agotándose, mas… hay una mini nave de escape para unas 6 personas ¿a quién salvaría …preguntó. Yo salvé a mi madre, a mis hermanas a unos amigos muy cercanos y si hubiera podido salvo hasta el gato…..nuevamente respuesta equivocada…primero debe salvarse uno mismo…….ahhhhhhhhhhhhh. Conclusión: tú no te amas nada, estás mal de la cabeza y luego pasó a enumerar un largo etcétera de las presuntas alteraciones que presentaba mi mente. Quedé tan mal que hasta pensé en pegarme un tiro, pero no tenía pistola. Nunca más en la vida pienso en ver otro de estos charlatanes, que aparte de llenarte de pastillas y drogas intentan convencerte de que tu vida vale un carajo. Luego de unos días hice lo mejor que pude haber hecho en la vida, una amigo me presentó a una amiga de la noche y nos hicimos picadillo durante 3 años, santo remedio.