Meditaba ayer de lo humano y lo divino y llegaba a la conclusión de que el ser humano está en esta vida sencillamente para evolucionar. Algunos seres estarían más evolucionados que otros. Y también si no ponemos cuidado podemos involucionar, ir hacia atrás en nuestro desarrollo, Creo que la mayor parte de la gente no cree en esto, piensan solo en acumular riqueza y si no la logra tener, son completamente infelices. Es como si su vida no tuviera sentido. Por cierto, desprecian a los que no adhieran a su modo de ver las cosas, menoscaban a las personas que buscan otros canales más relacionados con la parte espiritual. Para ellos el tener es primordial, es su objetivo en la vida, lo cual pienso no está del todo errado. Con lo material se solapan varias otras carencias y a su vez es parte de una felicidad, un poco hueca y sosa, pero felicidad al fin.
Existen seres que logran ser felices con muy pocas cosas, pero en el caso mío me complico con las expectativas que tienen mis cercanos. El sempiterno inconformismo ajeno logra producirme las ulceras que mi organismo sería incapaz de generar por sí mismo, aunque intente hacer oídos sordos a ese clamor absurdo (para mí).
¡Cuánta felicidad dilapidada intentando complacer expectativas de otros¡ Sería genial hacer una vida de anacoreta o de monje tibetano, sentir la vida de otro modo, conectarse con nuestro interior rico en espiritualidad, que aunque no nos alimente el cuerpo, nos hace rica el alma.
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